viernes, 4 de abril de 2008

Barranco


Con este nombre se conoce la ciudad balnearia que tras de una interrupción de algunos kilómetros se asienta hacia el sur después de Miraflores, sobre ésa especie de Collado casi uniforme con que la costa se perfila desde las inmediaciones del Callao hasta Chorrillos. Su origen se debe a la devoción que desde antaño las gentes, fervorosamente consagraron a una imagen de la santísima virgen de Lourdes elevada por manos piadosas y creyentes dentro de una ermita construida en la senda de bajada que conduce al mar y que obedece a la tradición de haberse allí aparecido la virgen María.

Las frecuentes romerías a ese sitio iniciaron las primeras viviendas de la ciudad y a poco, se pronunció su desarrollo constituyéndose en el año 1874 en cabecera de distrito, el mismo, que en virtud del asombroso progreso de la ciudad, es en 1892, engrosado con el dominio político de todo el territorio distrital de San José de Surco. Desde entonces, su progreso tomando mayores impulsos estimulados por alcaldes comunales patriotas y progresistas como don Pedro de Osma, Solari, Elguera, Sousa, Miranda y otros más, de culminar hasta el punto de considerarse Barranco, como la población balnearia más importante del Perú, concepto que pudo mantener hasta hace poco, cuando por razones de la inmediata vecindad de Miraflores con la ciudad de Lima a esta hora en contenidas urbana lograría, aquella, superado todavía.

Mas como quiera que ello sea, es lo cierto que Barranco, denota ser una bella población, de clima delicioso. Su compacta urbanización exhibe primorosas edificaciones. Tiene un estándar de vida cómoda, cuenta con un buen establecimiento de baños, calles asfaltadas y bien delineadas, bello parque en su plaza central, y una de mercado bien abastecida. Su población es de 14.500 habitantes.

jueves, 3 de abril de 2008

Miraflores: playa al sur de Lima


El señor Guillermo Schell, que fue un acaudalado súbdito alemán residente entre nosotros, atraído por las excelentes condiciones climatológicas y belleza natural del lugar que allá, por los años de 1856 al 57 se conocía con el nombre que encabeza este párrafo, no solamente por entonces, construyó para sí una hermosa residencia, sino que haciendo un notable sincero y efectivo esfuerzo por el progreso del pequeño y disperso caserío que allí el encontró, pudo merced a su labor y a la fuerte influencia del Ferrocarril Inglés que hasta Chorrillos se estableció el 1857 verlo después de algunos años, convertido en una pequeña ciudad que a los encantes florestales unía una edificación primorosa.

Varios años después, el 1881, casi destruida con motivo de la invasión chilena, debió permanecer durante algún tiempo sin notables avances. Pero iniciado el 1903 la línea del tranvía eléctrico también de Lima a Chorrillos, aquella obra debida su mayor parte, al concurso del destacado hacendista doctor Mariano Ignacio Prado, entró en un franco periodo de reconstrucción que arraiga fuertemente el alto estado de su progreso actual culminado bajo la influencia de esa gran arteria urbana que con el nombre de Avenida Arequipa parte de Lima hasta Miraflores enlazando las dos ciudades tan estrechamente que dentro de muy poco, merced a esta avenida, como acabamos de decirlo y a otras en sentido paralelo van ya desarrollándose, dentro de muy poco, formarán un solo compacto urbano.


Seguramente, ningún lugar de Lima, de los ya poblados hasta ahora, invita más que éste, a radicar la vida del poblador con el sentido del placer que da al espíritu la quietud, la bondad del clima, la contemplación de las bellezas naturales y el confort. En efecto, situado a una distancia del centro Lima que se salva en 25 minutos de tráfico en autobús, sobre un plano encantador cuajado de árboles y de jardines de cuyo dispositivo se ha aprovechado ventajosamente para dar a sus calles y a sus plazas el dominio de la línea recta, goza de un lado, de los encantos y riqueza salubre, que le presta la campiña y de otro, la floresta exuberante y el aire puro de las suaves brisas del mar sobre el cual, se recuesta formando muros cuya superficie fingiendo matices de esmeraldas, sobre basamentos platinos muestra blancos malecones asfaltados que entre líneas de arbustos de perpetuo verdor dan sitio a residencias de todas las tonalidades de la coqueta y graciosa arquitectura moderna.

Do quiera que se ande por su perímetro de más de 500 hectáreas, el transeúnte se encontrara embargado en la contemplación del paisaje que va desarrollandose a su vista. Avenidas como la "Ricardo Palma", "28 de Julio" y parques como el Central y el de "Las Terrazas", aparte de otras muchas calles, que ostentan las más bellas creaciones de la arquitectura actual en armonía con las necesidades de la vida moderna, han de causarle una sugestiva impresión.


Miraflores tiene ya una población que se aproxima a los 27.000 habitantes, cuenta con todos los elementos de vida moderna hasta un Tennis Club y es poblado en su mayor parte por lo más distinguido de nuestra sociedad y por muchos extranjeros que construyendo y adoptando su residencia en esta ciudad lo han hecho el lugar de su preferencia.